¿A qué edad debe hablar con su hijo/a sobre el abuso sexual? Es mejor empezar a hablar lo antes posible, utilizando conversaciones apropiadas para su edad. Aquí presentamos los conceptos básicos para padres y cuidadores.
Es útil conocer los datos sobre el desarrollo sexual saludable y el abuso sexual infantil. Primero asegúrese de sentirse cómodo/a al hablar sobre el tema. Si se siente cómodo/a usando las palabras, su hijo/a lo sentirá y sabrá que puede hablar con usted. Una conversación como esta no necesita ser una gran “conversación”, pero puede ser algo que aborde de forma gradual. Si está relajado/a y es fácil hablar con usted, puede ser un adulto accesible al que su hijo/a puede hacer preguntas o expresar cualquier inquietud.
También es útil conocer los comportamientos típicos para cada etapa del desarrollo de un niño. Sepa cuáles son las etapas normales de desarrollo para niños en edad preescolar, primaria y secundaria, así como para adolescentes. Conozca las señales de abuso sexual. Será más fácil identificar comportamientos normales y comportamientos que podrían ser preocupantes. No espere hasta que sea demasiado tarde para conocer las señales de abuso sexual.
Las conversaciones con su hijo/a o adolescente deben ser abiertas, casuales y continuas. A medida que crece la comprensión de su hijo/s sobre el mundo, las conversaciones también pueden crecer.
Las conversaciones sobre sexualidad y abuso sexual pueden empezar mucho antes de que un niño llegue a la pubertad. Cuanto antes un padre inicie conversaciones sobre el desarrollo sexual saludable, la forma en que cambia el cuerpo y el abuso sexual, todo resulta mejor. Aquí le presentamos algunos consejos para empezar la conversación.
A medida que un/a niño/a se convierte en adolescente, las conversaciones sobre la prevención del abuso sexual pueden volverse más complicadas. Los adolescentes empezarán a buscar relaciones fuera de la familia para conseguir amigos, seguridad y consejos. También pueden sentirse confundidos o avergonzados por su propia sexualidad en desarrollo, lo cual hace que hablar con los padres o tutores sea más difícil. A medida que los adolescentes pasan por estas etapas de exploración, también están en mayor riesgo, por lo que responder preguntas y ser accesible es una forma de ayudar a mantener seguros a los adolescentes.
Una forma de proteger a sus hijos es crear un plan de seguridad familiar. Un plan de seguridad pone a todos los miembros de la familia en la misma página y le permite empezar conversaciones importantes sobre los límites, las interacciones saludables y la forma de hablar sobre las expectativas cambiantes a medida que los niños crecen. Aquí presentamos algunas ideas para empezar:
Las organizaciones que trabajan con niños y adolescentes se enfocan en crear entornos seguros para que puedan crecer, explorar, aprender y divertirse. Parte de su compromiso es garantizar que los niños y adolescentes estén seguros mientras participan en actividades patrocinadas por la organización.
La seguridad en la escuela es importante. Ya sea a nivel K-12 o universitario, las escuelas ofrecen una oportunidad única para abordar el abuso sexual, la agresión sexual y la mala conducta sexual en los estudiantes bajo su cuidado, tanto para prevenir como para responder a la agresión sexual y la mala conducta.